viernes, 13 de enero de 2017

El hombrecillo de papel

EL HOMBRECILLO DE PAPEL



Era una mañana de primavera y una niña jugaba en su cuarto. Jugó con un tren, con una pelota, y con un rompecabezas. Pero pronto se aburría de todo. Luego empezó a jugar con un periódico. Primero hizo un sombrero de papel y se lo puso en la cabeza. Después hizo un barco y lo puso en la pecera. La niña se cansó también de jugar con el sombrero y el barco. Entonces hizo un hombrecillo de papel con un periódico. Y estuvo toda la mañana jugando con él.

Por la tarde, la niña bajó al parque para jugar con sus amigos. Iba con ella el hombrecillo de papel. Al hombrecillo de papel
le gustaba el juego de los niños. Y los niños estaban muy contentos con aquel amigo tan raro que tenían. Por fin todos se sentaron a descansar. El hombrecillo de papel de periódico era muy feliz y quería que los niños estuviesen contentos. Por eso, empezó a contarles las historias que sabía. Pero sus historias eran historias de guerra, de catástrofes, de miserias...
Y los niños, al oír aquellas historias, se quedaron muy tristes. Algunos se echaron a llorar. Entonces el hombrecillo de papel pensó: Lo que yo sé no es bueno porque hace llorar a los niños. Y echó a andar solo por las calles. Iba muy triste porque no sabía hacer reír a los niños. De pronto vio una lavandería. El muñeco de papel dio un salto de alegría y con paso decidido entró. Aquí podrán borrarse todas las cosas que llevo escritas. Todo lo que hace llorar a los niños.

Al salirse, nadie lo habría reconocido. Blanco como la nieve. Planchado y almidonado como un niño de primera comunión. Dando alegres saltos se fue hacia el parque. Los niños lo rodearon muy contentos y jugaron al corro a su alrededor. El hombrecillo de papel sonreía satisfecho. Pero, cuando quiso hablar, de su boca no salía ni una palabra. Se sintió vacío por dentro y por fuera. Y muy triste, volvió a marcharse.
Caminó por todas las calles de la ciudad... y salió al campo. Y entonces, de pronto, se sintió feliz. Y su corazón de papel daba saltos en el pecho. Y el hombrecillo sonreía, pensando que tenía un pájaro guardado en su bolsillo. Y comenzó a empaparse de todos los colores que veía en el campo. Del rojo, amarillo y rosa de las flores; del verde tibio de la hierba, del azul del agua y del cielo y del aire... Luego se fue llenando de palabras nuevas y hermosas. Y cuando estuvo lleno de color y de palabras nuevas y hermosas, volvió junto a los niños.

Mientras descansaban de sus juegos y de sus risas, comenzó a hablarles. Les habló de todas las personas que trabajaban para los demás; para que la vida fuera mejor, más justa, más libre y más hermosa. Y sobre el parque y sobre los ojos de los niños cayeron estas palabras frescas como la lluvia. La voz del hombrecillo de papel se hizo muy suave cuando les habló de las flores. Y de los pájaros del aire... y de los peces del río y del mar... Los rostros de los niños y del hombrecillo de periódico se llenaron de sonrisas. Y cantaron y bailaron cogidos de las manos.
Y todos los días a partir de aquella tarde, el hombrecillo de papel hacía llover sobre la ciudad todo un mundo de color y de alegría”.
                                                                         F. Alonso, El hombrecillo de papel.


















He vuelto a elegir este libro como en la otra actividad, porque me parece interesante trabajar con él en segundo de primaria puesto que los niños tienen mucha imaginación y considero que tendría un buen desarrollo las actividades planteadas.


1ª actividad

En primer lugar, les enseñare la portada a los niños y leeré el título. A continuación, sin yo darles más información, cada uno dirá una palabra, una sola palabra que le sugiera lo que ha visto u oído. A partir de las palabras que han dicho todos los niños, les repartiré periódicos y revistas. Con estas les diré que creen un hombrecillo de papel, según ellos crean que será en la historia.  

Estos hombrecillos los colocaremos por la clase hasta que acabemos de leer el libro.


2ª actividad

Mientras lo leemos, en clase iré preguntando alguna cosa sobre el texto, intentare preguntar tantas cuestiones como niños hay en la clase. De esta forma todos tendrán la oportunidad de contestar a una.  Estas preguntas las formularé en alto y los niños irán levantando la mano para responder, en caso de que la conteste mal podrá ser ayudado por unos de sus compañeros.

Lo leeremos en clase, siempre lectura silenciosa y les formularé preguntas sobre lo leído. EL libro lo leeremos en 4 partes, tal y como lo he separado por colores arriba.

1ª parte:
- ¿quién estaba jugando una niña o un niño?
- ¿Dónde estaba jugando la niña?
- ¿Se divertía con el tren, la pelota y el rompecabezas?
- ¿Con qué se divertía finalmente?
- ¿Estuvo jugando con el muñeco toda la mañana o toda la tarde?
- ¿Qué más hizo con el periódico a parte del hombrecillo?

2ª parte:
- ¿Cuándo bajo al parque?
- ¿Quién bajó con la niña?
- ¿De que materias estaba hecho?
- ¿Sobre qué iban las historias?
- ¿Cuál fue la reacción de los niños?
- ¿Dónde fue el hombrecillo de papal para tratar de solucionar su problema?

3ª parte:

- ¿Cómo salió de la lavandería?
- ¿Qué ocurrió cuando quiso hablar el hombrecillo de papel?
- ¿Cómo se siente cuando sale al campo?
- ¿Cuándo volvió junto los niños?

4ª parte:
- ¿De qué les habló el hombrecillo de papal finalmente?
- ¿Cómo era la voz dl hombrecillo de papal mientras hablaba de las flores?
- ¿Qué hicieron los niños y el hombrecillo de papal cogidos de la mano?


En otras ocasiones les hare la misma pregunta a todos:
- ¿A que jugarías con el hombrecillo de papel si fuera al recreo de tu cole?
- Dibuja al hombrecillo de papel comiendo, durmiendo y jugando.
- Tras leer que El hombrecillo de papel tenía malas noticias escritas: ¿Qué noticias crees que puede tener escritas?

3ª actividad


Tras finalizar de leer el cuento los niños han de escribir lo que les gustaría decirle al protagonista del libro (El hombrecillo de papel). Esto lo escribirán en una cara del trozo de hoja en blanco, con la forma que ellos den al hombrecillo de papel. En la otra cara del hombrecillo de papel les diré que se inventen otro final distinto.

1 comentario:

  1. Mejor, pero solo has hecho actividades de comprensión denotativa, es decir, sobre el libro en sí. No planteas ninguna que permita dialogar y compartir opiniones sobre aspectos connotativos: juzgar la actitud de algún personajes, empatizar con ellos, plantearse qué hubieran hecho ellos en esa situación, explicar el por qué y las posibles consecuencias de una acción, etc.

    Además, cada una de esas cuatro sesiones (como te comenté en diciembre) deben terminar planteándose hipótesis de lo que sucederá en las páginas que van a leerse para la siguiente sesión.

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